En sus últimos años, Enrique engordó notablemente, con una medida de cintura de 137 centímetros.

La conocida hipótesis sobre que sufría de sífilis fue difundida por primera vez unos cien años después de su muerte. Argumentos más recientes sobre esta posibilidad provienen de un mayor conocimiento de la enfermedad, que permiten suponer que Eduardo VI, María I de Inglaterra, e Isabel I mostraron todos síntomas característicos de sífilis congénita. La obesidad de Enrique data de un accidente de justa en 1536, donde sufrió una herida en el muslo que no sólo le impidió realizar actividad física, sino que gradualmente derivó en una úlcera que indirectamente pudo haberlo llevado a la muerte.

 Palacio de Whitehall

Enrique VIII falleció el 28 de enero de 1547 en el palacio de Whitehall. Murió el día en que su padre hubiera cumplido 90 años. Fue sepultado en la Capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, al lado de su tercera esposa, Jane Seymour. Casi cien años después Carlos I de Inglaterra sería sepultado en el mismo lugar. En el transcurso de la década posterior a su muerte, sus tres hijos se sentaron sucesivamente en el trono de Inglaterra.

En virtud de la Ley de Sucesión de 1544, la corona fue heredada por el único hijo varón, Eduardo, que se convirtió en Eduardo VI, como primer monarca protestante de Inglaterra. Con sólo nueve años de edad, no podía ejercer por sí el poder, que recayó en un consejo de regencia formado por dieciséis miembros elegidos según el testamento de Enrique VIII. El consejo eligió a Edward Seymour, Duque de Somerset y hermano mayor de Jane, como lord protector del reino. En la eventualidad de que Eduardo no tuviera hijos, sería sucedido por la hija de Catalina de Aragón y Enrique VIII, María. Si ésta a su vez no tenía descendencia, la corona real la heredaría la hija de Ana Bolena, Isabel. Finalmente, si Isabel moría sin descendencia, sería sucedida por los descendientes de María Estuardo, prima del rey Enrique VIII.

El único hijo superviviente de Enrique, el príncipe Eduardo, Duque de Cornwall, no era un niño sano. Por tal motivo, Enrique decidió casarse una vez más para asegurarse un heredero varón. Thomas Cromwell sugirió a Ana de Cleves, hermana del protestante Duque de Cleves, que sería un importante aliado en el caso de que Roma atacara a Inglaterra.
Hans Holbein el Joven fue enviado a Cleves para pintar un retrato de Ana para el Rey. Después de observar el favorecedor retrato, y urgido por las cumplidas descripciones de Ana dadas por sus cortesanos, Enrique decidió desposarse con ella. Al arribo de Ana a Inglaterra, se dice que Enrique no la encontró nada atractiva, llamándola en privado "La yegua de Flandes". Había sido retratada sin ningún signo de su cara picada de viruela. No obstante ello, Enrique la desposó el 6 de enero de 1540.
Poco después, sin embargo, Enrique deseó terminar el matrimonio, no sólo por sus sentimientos personales, sino por consideraciones políticas. El Duque de Cleves se hallaba envuelto en una disputa con Carlos V, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con quien Enrique no quería tener disputas. La reina Ana fue lo suficientemente inteligente para no impedir la búsqueda por parte de Enrique de una anulación. Testificó que el casamiento nunca había sido consumado, diciendo que Enrique había ingresado cada noche en su habitación para meramente besar a su nueva esposa en la frente antes de dormir. El casamiento fue consecuentemente anulado con la base de que Ana había realizado previamente contratos nupciales con otros nobles europeos.
Ana recibió el título de "Hermana del rey", y se le otorgó el castillo de Haver, la ex residencia de la familia de Ana Bolena. Cromwell, mientras tanto, en razón de haber impulsado el fallido matrimonio, perdió el favor real, cayó en desgracia y fue decapitado. El oficio de Vicegerente espiritual, creado para él, no fue cubierto, y permanece vacante hasta hoy.
El 28 de julio de 1540, el mismo día en que Cromwell fue ejecutado, Enrique se casó con la joven Catalina Howard, prima de Ana Bolena. Poco después del casamiento, sin embargo, la reina Catalina tuvo un romance con el cortesano Thomas Culpeper. También había empleado a Francis Derham como secretario, con quien había estado informalmente relacionada antes del casamiento real. Thomas Cranmer, enemigo de la poderosa (y católica) familia Howard, obtuvo evidencias de las actividades de la reina, e informó a Enrique de ello. Aunque en principio el rey no creyó tales denuncias, autorizó a Cranmer a efectuar una investigación, de la que resultó la confirmación de las acusaciones. Al ser interrogada, Catalina podría haber admitido un compromiso previo con Derham, lo que por sí mismo podía convertir en inválido al subsecuente matrimonio con Enrique pero, en lugar de esto, sostuvo que Derham la había obligado a establecer una relación adúltera. Derham, a su vez, expuso la relación entre la Reina y Thomas Culpeper.
En diciembre de 1541, Culpeper y Derham fueron ejecutados. Catalina no fue condenada en juicio, sino por un decreto de deshonra aprobado por el Parlamento. El decreto detallaba la evidencia contra la reina, con una cláusula especial que permitía la aprobación real a través de comisionados, para evitar que el Rey volviera a escuchar el relato de los crímenes. Nunca se había utilizado este método de aprobación real, pero se usó en reinados posteriores, para reemplazar la presencia real en el parlamento.
El casamiento de Catalina fue anulado poco antes de su ejecución. Igual que en el caso de Ana Bolena, Catalina no podría ser culpada técnicamente de adulterio, ya que el matrimonio resultó oficialmente nulo desde el origen. Nuevamente esta cuestión fue ignorada, y Catalina fue ejecutada el 13 de febrero de 1542.
Enrique se casó en 1543 con su última esposa, la rica viuda Catalina Parr. La nueva reina discutió con Enrique sobre religión, ya que era calvinista mientras que el rey permanecía como anglicano. Esta conducta podría haberle resultado peligrosa, si no hubiera sido por sus muestras de sumisión. Ayudó a reconciliar a Enrique con sus dos primeras hijas, Lady Mary y Lady Isabel. En 1544, un decreto parlamentario puso a ambas en la línea de sucesión detrás del príncipe Eduardo, Duque de Cornualles, a pesar de que todavía eran consideradas ilegítimas. El mismo decreto permitía a Enrique determinar la siguiente sucesión al trono a su arbitrio.

Nacimiento de un Príncipe

Pocos días después de la ejecución de Ana, en 1536, Enrique VIII se desposó con Jane Seymour. El Acta de Sucesión de 1536 declaró a los hijos de la reina Jane dentro de la línea de sucesoria, excluyendo a Lady María y a Lady Isabel. El rey fue habilitado para determinar por sí en lo sucesivo la línea sucesoria. Jane dio a luz a un hijo, el príncipe Eduardo en 1537, para luego morir dos semanas después. Luego de la muerte de Jane, la corte entera guardó luto con Enrique por algún tiempo. El Rey la consideró siempre su "verdadera" esposa, al ser la única que le dio el heredero varón que tan desesperadamente soñaba.

Leyes trascendentales

Para la época de su casamiento con Jane Seymour, Enrique concedió su aprobación a la Constitución de Gales (1535–1542), que la anexó legalmente con Inglaterra, haciendo de ambas un sólo país. La ley decretó el uso exclusivo del inglés para los procedimientos oficiales en Gales, contrariando a los numerosos hablantes del idioma galés.

Enrique continuó la persecución de sus oponentes religiosos. En 1536 se desató en el norte de Inglaterra una revuelta conocida como la "Peregrinación de Gracia". Para aplastar a los católicos romanos rebeldes, Enrique concedió poderes al Parlamento, y decretó un perdón general a todos los involucrados. No cumplió ninguna de sus promesas, y una segunda revuelta se inició en 1537. Los líderes de la rebelión fueron acusados de traición y ejecutados. En 1538 Enrique ordenó la destrucción de los santuarios de todos los santos de la Iglesia Católica romana, y para 1538, todos los monasterios existentes habían sido disueltos, y sus propiedades transferidas a la corona. Como recompensa por su eficiencia, Thomas Cromwell fue nombrado Conde de Essex. Abades y priores perdieron sus escaños en la cámara de los lores, y sólo los arzobispos y obispos formaron la representación eclesiástica del cuerpo. Los "lores espirituales", como se conocía a los miembros del clero con lugares en la Cámara de los Lores, fueron por primera vez superados en número por los lores temporales.



Catalina Parr


Nombre
Nacimiento
Fallecimiento
Notas
Con Catalina de Aragón (casado el 11 de junio anulado el 23 de mayo; ella murió el 7 de enero de 1536)



Niña abortada

31 de enero de 1510

31 de enero de 1510





Enrique, Duque de Cornwall

1 de enero de 1511

22 de febrero de 1511





Hijo sin nombre

noviembre de 1513

noviembre de 1513





Enrique, Duque de Cornwall

diciembre de 1514

diciembre de 1514





Reina María I (María Tudor)

18 de febrero de 1516

17 de noviembre de 1558

casada en 1554 con Felipe II de España; sin descendencia



Niño sin nombre

10 de noviembre de 1518

11 de noviembre de 1518





Con Ana Bolena (casado el 25 de enero de 1533 anulado en 1536; fue ejecutada el 19 de mayo de 1536)



Reina Isabel I

7 de septiembre de 1533

24 de marzo de 1603

nunca se casó, sin descendencia



"Enrique Tudor"

1534

1534

Los historiadores no se ponen de acuerdo de si el niño nació y murió el mismo día de su nacimiento o de si fue un aborto. Tampoco se sabe con certeza si fue realmente un niño.



"Eduardo Tudor"

29 de enero de 1536

29 de enero de 1536





Con Jane Seymour (casado el 30 de mayo de 1536; murió el 25 de octubre de 1537)



Rey Eduardo VI

12 de octubre de 1537

6 de julio de 1553





Con Ana de Cleves (casado el 6 de enero de 1540 anulado en 1540; murió el 17 de julio de 1557)



sin descendencia



Con Catalina Howard (casado el 28 de julio de 1540 anulado en 1541; fue ejecutada el13 de febrero de 1542)



sin descendencia



Con Catalina Parr (casado el 12 de julio de 1543; murió el 5 de septiembre de 1548)



sin descendencia



Con Elizabeth Blount



Enrique Fitzroy, Duque de Richmond y Somerset

15 de junio de 1519

18 de junio de 1536

ilegítimo; casado en 1533 con Lady María Howard; sin descendencia



Con María Bolena (algunos historiadores, como Alison Weir, se preguntan ahora si Enrique Carey fue engendrado por Enrique VIII)



Catalina Carey

1524

15 de enero de 1568

ilegítima; casada con Sir Francis Knollys; tuvieron descendencia



Enrique Carey, Barón Hunsdon

4 de marzo de 1526

23 de julio de 1596

ilegítimo; casado en 1545 con Ana Morgan; tuvieron descendencia



Con María Berkeley



Sir Tomás Stucley

1525

4 de agosto de 1578

ilegítimo; casado con Ana Curtis; tuvieron descendencia



Sir John Perrot

1527

septiembre de 1592

ilegítimo; casado (1) con Ana Cheyney y (2) con Jane Pruet; tuvieron descendencia



Con Juana Dyngley



Etheldreda Malte

1529

1555

ilegítima; casada en 1546-1548 con Juan Harrington; no se conocen descendientes






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El Papa respondió a estos acontecimientos excomulgando a Enrique VIII en julio de 1533. Siguió una considerable agitación religiosa. Urgido por Thomas Cromwell, el parlamento aprobó varias leyes que sellaron la brecha con Roma en la primavera de 1534. La Ley de restricción de apelaciones prohibió las apelaciones de las cortes eclesiásticas al Papa. También previno que la Iglesia decretara cualquier tipo de regulación sin previo consentimiento del Rey. La Ley de designaciones eclesiásticas de 1534, decretó que los clérigos elegidos para obispos debían ser nominados por el soberano. La Ley de Supremacía del mismo año, declaró que "el Rey es la única cabeza suprema en la tierra de la Iglesia de Inglaterra". La Ley de traiciones, también de 1534, convirtió en alta traición, castigada con la muerte, desconocer la autoridad del Rey, entre otros casos. Al Papa se le negaron todas las fuentes de ingresos monetarios como el Denario de San Pedro.

Rechazando las decisiones del Papa, el parlamento validó el matrimonio entre Enrique y Ana Bolena con la Ley de Sucesión de 1534. La hija de Catalina, lady María, fue declarada ilegítima, y los descendientes de Ana pasaron a estar en la línea de sucesión real. Todos los adultos fueron obligados a reconocer las previsiones de esta Acta; quienes la rechazaban eran condenados a prisión de por vida. La publicación de cualquier escrito alegando que el matrimonio de Enrique con Ana era inválido, resultaba en un cargo de alta traición, que podía ser castigado con pena de muerte.

La oposición a las políticas religiosas de Enrique fue rápidamente suprimida. Varios monjes disidentes fueron torturados y ejecutados. Cromwell, por quien fue creado el puesto de vicegerente espiritual fue autorizado a visitar monasterios, supuestamente para asegurarse que seguían las instrucciones reales, pero en la práctica para hacerse de sus riquezas. En 1536, una ley del Parlamento permitió a Enrique confiscar las posesiones de los monasterios deficitarios (aquellos con ingresos anuales de 200 libras o menos).

En 1536, la reina Ana comenzó a perder el favor de Enrique. Después del nacimiento de la princesa Isabel, Ana tuvo dos embarazos que terminaron en aborto o muerte del niño. Mientras tanto, Enrique empezaba a prestar atención a otra doncella de su corte, Jane Seymour. Quizá animado por Thomas Cromwell, Enrique hizo arrestar a Ana, bajo cargos de usar brujería para convertirlo en su esposo, de tener relaciones adúlteras con cinco hombres, de incesto con su hermano Jorge Bolena, vizconde de Rochford, de injuriar al Rey y conspirar para asesinarlo, con el agravante de traición. Los cargos eran enteramente fabricados. La Corte que trató el caso fue presidida por el propio tío de Ana, Thomas Howard, III duque de Norfolk. En mayo de 1536, se condenó a Ana y a su hermano a muerte por la hoguera o por decapitación, lo que el rey eligiera. Los otros cuatro hombres sobre los que se alegó tener relaciones con Ana, fueron condenados a ser colgados, ahogados y descuartizados.

Lord Rochford fue decapitado al término del juicio de forma inmediata; a los otros cuatro implicados les fueron conmutadas sus diversas sentencias de muerte por la de decapitación. Ana también fue decapitada al poco tiempo.
Enrique VIII ascendió al trono en 1509, tras la muerte de su padre. El padre de Catalina, Fernando II de Aragón, organizó el casamiento de ésta con el nuevo rey. Enrique VIII desposó a Catalina de Aragón nueve semanas antes de su coronación en Greenwich, el 11 de junio de 1509, dejando de lado los consejos del Papa Julio II, y de William Warham, arzobispo de Canterbury, en cuanto a la validez de tal unión. Fueron coronados juntos en la Abadía de Westminster el 24 de junio de 1509. El primer embarazo de la reina Catalina terminó en un aborto en 1510. Luego dio a luz a su hijo, Enrique, el 1 de enero de 1511, pero el bebé sólo vivió hasta el 22 de febrero de ese mismo año. Con su coronación, Enrique VIII debió enfrentarse a las problemáticas consecuencias de los impuestos nobiliarios establecidos por Richard Empson y Edmund Dudley, miembros del gabinete de su padre. Hizo detener a ambos en la Torre de Londres, y posteriormente ordenó decapitarlos. Ésta fue una de las muchas maneras en que se diferenció de los principios de Enrique VII. Otra diferencia se hizo notoria por la inclinación bélica de Enrique VIII, mientras que su predecesor había favorecido políticas pacíficas.

Durante los dos años posteriores a la ascensión de Enrique VIII, el obispo de Winchester, Richard Fox, junto a William Warham, controlaron los asuntos de Estado. De 1511 en adelante, sin embargo, el poder real fue ostentado por Thomas Wolsey. En 1511 Enrique se unió a la Liga católica, formada por dirigentes europeos opuestos al rey Luis XII de Francia. La liga incluía figuras como el Papa Julio II, el Emperador del Sacro Romano Imperio Maximiliano I, y los reyes españoles Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, con quien Enrique firmó asimismo el tratado de Westminster. Enrique se unió en persona al ejército; cruzó el Canal de la Manchahacia Francia, donde tomó parte en escaramuzas y batallas. En 1514, Fernando abandonó la alianza, y las otras partes hicieron la paz con Francia. La consecuente irritación con España inició la discusión sobre un divorcio con la reina Catalina. Sin embargo, con la ascensión en 1515 del rey Francisco I al trono de Francia, Inglaterra y Francia aumentaron su antagonismo, y Enrique se reconcilió con los reyes de España.

En 1516 la reina Catalina dio a luz a una niña, María, renovando las esperanzas de Enrique de lograr un heredero varón, a pesar de los previos embarazos fallidos de su esposa. Fernando II murió en 1516, para ser sucedido por su nieto Carlos, sobrino de la reina Catalina. Para octubre de 1518, Thomas Wolsey había diseñado el Tratado de Londres con el papado, con la idea de conseguir un triunfo para la diplomacia inglesa, ubicando al reino en el centro de una nueva alianza europea con el ostensible objeto de repeler las invasiones moriscas a España, tal como había solicitado el Papa.

En 1519 también murió Maximiliano, y Thomas Wolsey, que a la sazón era Cardenal de la iglesia católica, propuso secretamente a Enrique como candidato para el puesto[4] a pesar de que públicamente parecía apoyar al rey francés, Francisco I. Finalmente, los príncipes electores eligieron a Carlos I de España. La rivalidad subsecuente entre Francia y España, permitió a Enrique actuar como mediador. Así empezó a manejar el equilibrio del poder europeo. Tanto Francisco I como Carlos I intentaron gozar del favor de Enrique VIII, Francisco en forma espectacular y deslumbrante, con el encuentro en el Campo del Paño de oro, y Carlos I con toda solemnidad en los encuentros de Kent. Después de 1521, sin embargo, la influencia inglesa sobre Europa comenzó a menguar. Enrique entró en una alianza con Carlos I a través del tratado de Brujas, y Francisco I de Francia fue derrotado por el ejército imperial de Carlos I en la Batalla de Pavía, en febrero de 1525. La confianza del emperador en Enrique disminuyó al mismo ritmo que el poder inglés sobre el continente. Enrique VIII se mostró reacio en ayudarlo a conquistar la Flor de Lis, a pesar de las garantías de Carlos I. Esto terminó con el Tratado de Westminster, en 1527.

El interés de Enrique en los asuntos europeos se extendió hasta el ataque contra la revolución alemana de Lutero. En 1521 le dedicó su "Defensa de los siete sacramentos", que le valió el título de "Defensor de la Fe". Con base en esto, se lo reconoció con el título de inclitissimus. Este honor lo mantuvo aún después de romper con Roma, y es todavía usado por la monarquía británica.